jueves, 20 de enero de 2011

Rotfield ¿o el chivo expiatorio?

Se dice, cada vez en más foros, que la salida de Carine Rotfield de Vogue Francia ha tenido su origen en la gran polémica surgida por el editorial de moda "Candeaux". En él, unas niñas aparecen maquilladas y vestidas con ropa de adultas. Algunas fotos tienen un pase. Otras son realmente provocativas y escandalosas (me niego a darles publicidad, así que no las publicaré). Entiendo que ese era su cometido y que lo han logrado. Al fin y al cabo el Editor invitado de ese número era Tom Ford que en los noventa ya revolucionó la moda actualizando el porno y convirtiéndolo en algo chic. Parece ser que con el reciente número de Vogue París saltaron las alarmas y algunos anunciantes llamaron indignados por el contenido de las imágenes y finalmente Rotfield fue sustituida.

La cuestión es la siguiente. Según se puede ver en September Issue, el documental sobre la realización de un ejemplar de Vogue América, la directora (Anne Wintour) muestra el ejemplar a los directivos de Conde Nàst USA (acaban aplaudiendo si no recuerdo mal). Acaso Carine Rotfield, ¿no debe hacer lo mismo? ¿No muestra su producto final a los editores y responsables de la empresa editora? ¿Una empresa como Conde Nàst se puede permitir dejar su producto en manos de unas ascetas absolutas y lanzarlo al mercado sin echar un vistazo? ¿Nadie vió en esas imágenes ningún problema? Muchas preguntas en el aire. Me encantaría tener las respuestas. No las tengo, pero en el título está mi pregunta que es casi una respuesta. Lo que sí tengo es la certeza de que Vogue Francia ha jugado muchas veces con el erotismo, el porno y la sexualidad... siempre al límite. Y ha perdido el norte. Ha jugado con fuego al fin y al cabo. Y esta vez... se ha quemado.
Por cierto, tampoco entiendo a los telediarios y los diarios que publican las imágenes con la excusa de que son noticia. Yo prefiero poner una imagen de Rotfield, o de Vogue. No provocaré una sola mirada perversa.



Carine Rotfield en su juventud. Tenía la misma mirada, pero era mucho más divina. Ultimamente estaba muy abandonada, ojerosa y hasta fea ¿o no? (Con esa "perversidad" sí me quedo).

1 comentario:

  1. Hola, enhorabuena por el blog. Te sigo desde ya. En cuanto a Carine, si no me equivoco el problema fué por el número de Diciembre en el que LVMH quería un monográfico y Carine se lo hizo a Tom Ford, y ahí fué cuando el gran cliente le dijo a COndé Nast o Carinne o yo.
    No sé si sera cierta esta versión pero cuadra bastante...

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